Este libro acredita con pruebas documentales la existencia, antes de la década del 60, de un pensamiento local sobre lo cinematográfico, dinámico, informado y crítico. Contra la idea obstinada de que el cine chileno o de que la crítica y los estudios de cine en Chile habrían comenzado efectivamente como causas o efectos culturales y políticos del “Nuevo cine”. Este libro prueba objetivamente la existencia previa de un medio social, cultural e institucional que reconoce al cine en general y potencialmente al cine chileno, como un agente de modernización, como un arte de convergencia lingüística y de controversias morales, y como un medio dinámico de representación de lo local. (Pablo Corro)