«Es una verdad universalmente aceptada que todo soltero en posesión de una gran fortuna necesita una esposa»: este comienzo –junto con el de Anna Karénina, quizá uno de los más famosos de la historia de la literatura- nos introduce sabiamente en el mundo de Jane Austen y de su novela más emblemática.
Orgullo y prejuicio, publicada en 1813 tras el éxito de Juicio y Sentimiento, reúne de forma ejemplar sus temas recurrentes y su visión inimitable en la historia de las cinco hijas de la señora Bennet, que no tiene otro objetivo en su vida que conseguir una buena boda para todas ellas.
Dos ricos jóvenes, el señor Bingley y el señor Darcy, aparecen en su punto de mira e inmediatamente se ven señalados como posibles “presas”. El opresivo ambiente de la familia, la presión del matrimonio y del escándalo, la diferencia de clases, el fantasma de la pobreza y la actitud de una heroína más rica y compleja en sentimientos que cualquier heroína de cualquier novela anterior, se conjugan en estas obra maestra leída y celebrada a lo largo de dos siglos.