«Cuando a la señorita Prims de Oscar Wilde le preguntaron por la novela en tres tomos que había perdido, dijo: “Los buenos acababan bien y los malos, mal. Eso es ficción”, y tal vez el atractivo de las novelas de D. E. Stevenson consista en que, para alivio general, cumplen esa regla». Aline Templeton
Después de El libro de la señorita Buncle (1934) y El matrimonio de la señorita Buncle (1936), D. E. Stevenson quiso asomarse a la vida de su personaje en plena guerra. En Las dos señoras Abbott (1942), encontramos a la señorita Buncle ya madre de dos niños y a la encantadora Jerry, que se casó con el sobrino del señor Abbot, algo sola porque su marido está en el frente, en África… pero también algo excesivamente acompañada también porque en su gran casa isabelina –aún sin electricidad– se ha alojado un batallón del ejército británico. La Segunda Guerra Mundial deja, pues, sus huellas en la apacible comunidad de Wanderbury, por la que merodean incluso los espías. Un nuevo personaje, la novelista romántica Janetta Walters, que goza de las mieles del éxito pero que, de pronto, descubre que escribe rematadamente mal, reintroduce el tema literario tan imprescindible en esta pequeña saga.
D. E. Stevenson vuelve a trazar aquí, en una nueva dimensión, un cuadro idílico sometido a perturbaciones y el resultado es tan divertido y cándido como las novelas anteriores.