Cinco mujeres enamoradas, y un hombre: Azorno, o Sampel, un escritor, una especie de espíritu o presencia trascendente que impregna toda la novela, que es su verdadero protagonista, y que, sin embargo, está ausente… Hay drama, amor, miedo del lector a un desquiciamiento oculto, hay terror latente; hay un lago, una casa, un jardín, un encuentro de las cinco mujeres enamoradas del mismo hombre; hay muchos interrogantes, y, sobre todo, hay sutileza excelsa en Azorno, una novela en que la información es tan precisa como exquisitas son las palabras y el paisaje natural y moral que se entrevé, en la que todo puede ser observado, pero solo a través de un coleidoscopio, el de las miradas de sus personajes.
«Al igual que Hesíodo, Inger Christensen nos quiere dar cuenta de lo que es, de todo lo que es, y cómo es, y qué es eso en medio de lo cual estamos.»
Anne Carson