Cruda realidad, social, personal, política y económica, es la narración vivencial de esta historia, donde sus personajes reflejan las vivencias de nuestro entorno latinoamericano. La protagonista, Marflor, es la consecuencia obligada del destino al que está condenado una masa importante de población, por el accionar y pensar de unos pocos, una elite errónea e injustamente privilegiada. El maltrato intrafamiliar es una traducción de esta condición y por circunstancias inexorables también llegó al hogar de los Lladipa Dochama. Marflor encontró inicialmente la salida en la guerrilla, seguidamente abrazó los postulados férreos del paramilitarismo, descargando mordazmente su resentimiento social y familiar. A través de esta novela se puede plasmar que el maltrato intrafamiliar es, definitivamente, una forma posible de forjar mentes perversas. Manuel Julián Rodríguez Mercado