En las dos novelas anteriores Galdós había concentrado su atención en un único acontecimiento histórico, y sorprende que en ésta se recojan conjuntamente dos sucesos tan relevantes como el motín de Aranjuez (19 de marzo de 1808) y el levantamiento de Madrid contra los invasores franceses (2 de mayo de 1808).
El narrador, Gabriel de Araceli, continuará viviendo sorprendentes aventuras en Aranjuez y Madrid. A veces testigo, a veces participante en primera línea, este personaje sigue buscando su lugar en la inquieta e inestable sociedad de su tiempo. Dispuesto a acompañar a su novia Inés por todas partes, el joven protagonista se alarma mucho ante la aparición de los deshonestos hermanos Requejo.