Desde tiempos remotos la humanidad padece la extraña enfermedad de obedecer sin cuestionar a sus líderes (la mayoría corruptos). Reírse de las estructuras de poder instaladas en el hombre es parte del propósito liberador de estos anarco chistes. Con una irreverencia que lleva hasta la carcajada, y con la sutileza inteligente que provoca la sonrisa, Ariel Rojas demuestra su talento en estas ilustraciones en blanco y negro, llenas de tanta luz como de sombra