Un encuentro fortuito y una cena prolongada son el marco que contiene esta novela. Relatos alternados de dos protagonistas que veinte años antes habían sido muy cercanos y que, presionados por los aspectos opuestos de sus respectivos exilios, vieron naufragar dolorosamente su relación. La experiencia de esos años de dictadura y exilio no dejó a nadie intacto, de uno u otro lado, como tampoco aquellos que intentaron inútilmente encontrar una vía alejada de ambos extremos. Es, parece, el emblemático destino de un pueblo que no supo interpretar oportuna y correctamente las fuerzas de su historia.