Edición de Ignacio Gómez de Liaño.
Al destacar la importancia de los símbolos y las imágenes mentales, el autor se adelanta a algunas de las tendencias más representativas del pensamiento contemporáneo en los campos de la estética, la psicología, la sociología y la epistemología. Empeñado en una audaz reforma antropológica, el Bruno se sirve, a un tiempo, de las filosofías platónica y epicúrea, de la magia del Renacimiento, y de las artes herméticas de la memoria. Condenado por la Inquisición, Bruno murió en la hoguera en 1600. Esta edición quiere hacer justicia a la exuberante complejidad de su obra y a la pasión que el filósofo italiano puso siempre en las empresas del conocimiento y de la vida.
“[Esta] edición … es el fruto de una revisión a fondo de las anteriores [Madrid: Taurus 1973, 1982, 1987]. He procurado limpiar los textos —tanto los traducidos de Bruno, como los míos propios— de las deficiencias de que adolecían: erratas de diverso calibre, descuidos de estilo, reiteraciones innecesarias, máculas de traducción, referencias a veces caprichosas. Las modificaciones más importantes afectan a la «Cronología de Giordano Bruno: su Vida y su Obra», que en la presente edición es mucho más completa y a la sección correspondiente a la Expulsión de la bestia triunfante, que hace de bisagra entre Mundo por un lado, y Magia y Memoria por otro: los textos seleccionados son más amplios y la traducción más cuidada. Por todo ello, pienso que Mundo, Magia, Memoria logra al fin la silueta que debió haber tenido cuando salió por primera vez, hace casi un cuarto de siglo, a la plaza pública.” (p. 16)