Junto con una serie de reflexiones y anécdotas personales, que insisten en la idea del psicoterapeuta como persona viva y sintiente, el libro se compone de historias secretas de psicoterapia. Siempre resguardando la confidencialidad de las personas involucradas, estas historias siguen siendo parte de ese vínculo tan singular que es la relación terapéutica. Pero, al mismo tiempo, tienen la intención de asomarse por la ventana, de respirar el aire del mundo, de llegar a oídos y ojos ajenos e imprevisibles. Acaso para encontrar que todos, de alguna u otra manera, somos los protagonistas de estos encuentros humanos.
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- Índice
- Nota preliminar
- Raúl el gigante
- Historia de Claudia y el oso
- Sergio o el silencio de un inocente
- La psicoterapia como liberación
- Padres suficientemente buenos
- El niño herido en el adulto
- Advertencia psicopatológica
- Si su respuesta es afirmativa, sírvase iniciar una psicoterapia
- Romper la cadena de violencia
- Tres reflexiones clínicas
- La depresión de los fuertes: hacerse cuidar
- Abuso sexual infantil y sentimiento de culpa
- Tres notas sobre las pataletas
- Los niños y las profecías autocumplidas
- Nacer como padres, renacer como niños
- Héroes, villanos, humanos
- El complejo de gurú o la coraza grandiosa
- Historia de Daniela y su papá
- Muchas personas
- Sofía, última sesión
- Comidólica
- Autocuidado parental
- Crianza perfeccionista
- Enemigos de la pareja
- Breve diálogo con un niño de ocho años
- Lo que me dijo José, el hombre que limpia parabrisas
- Don Arturo, 85 años
- La muerte es buena o el pequeño filósofo
- Una sesión cualquiera con una paciente preadolescente
- Aborto: ¿un trauma psicológico?
- Abuso sexual infantil y sexualidad adulta
- El síndrome de la eterna enfermera
- La mujer «cacho»
- Pareja, no adivinos
- El complejo de la madre omnipresente
- Día de la madre
- El síndrome del padre excluido
- La terapia de pareja o el arte de recoger caña
- Mensaje de un niño que llegó porque no tenía amigos, un año después
- Ficha médica: «Daniel, Eqz»
- Escuchado en el metro
- Enamorarse es fácil, amar es difícil
- Habilidades relacionales y habilidades instrumentales del psicoterapeuta
- Sigmund Freud versión Pilar Sordo
- La psicoterapia no es parte del modelo médico
- Breve digresión sobre cierta terminología clínica e insinuación de sus connotaciones ideológicas
- Moral psicoterapéutica y ética psicoterapéutica
- Martín y la desconfianza básica
- Ana María en la máquina del tiempo
- Satisfacciones e insatisfacciones de mi trabajo como psicoterapeuta en mi propia consulta
- Mariel y José Luis, última sesión
- Tres consejos para los jóvenes de cuarto medio
- El origen traumático de la celotipia
- Colon irritable: «guardar la mierda»
- Laura y su madre
- Depresión: con derecho a estar mal
- ¡Aún tenemos esperanza, ciudadanos!
- Contra el fanatismo pro-medicamentos, contra el fanatismo anti-medicamentos
- El lado oscuro de la crianza
- La separación de los padres y las respuestas emocionales de los hijos
- Cuestión de fe
- La píldora antienamorativa
- La niña, el terremoto y el avión
- La doble nacionalidad y sus beneficios
- Arturo el duro
- Una pascua diferente
- Santiago el sabio
- Deporte y cultura
- Carta a los médicos
- Adolescencia
- A problemas internos, soluciones internas
- El «niño adulto», el «adulto niño» y el «niño en el adulto»
- Terroristas, terrorificación y terrorificantes
- El trabajo adulto y sus raíces emocionales infantiles
- Consejo del día
- Pareja, mandatos de género y comunicación
- Tres consejos para relacionarte con los hijos de tu pareja
- No heredar traumas infantiles
- Cambio y aceptación en psicoterapia
- Tres consejos a los nuevos (y no tan nuevos) psicoterapeutas
- Negociar las expectativas terapéuticas
- Emilia y la pena
- Tu culo es mío
- Isabel o el peso de la historia familiar
- De psique y de polis
- Nomenclaturas del terror
- No más «eres igual a tu mamá»
- El valor de la rutina
- El imperativo de llorar
- Lorena, malabarista
- Tiempo de pareja: el juego de las preguntas
- Los padres perfectos
- Diferencias psicológicas entre el rol materno y el rol paterno en la crianza
- Relación de confianza no es relación de confidencia
- No olvidar la pareja y los amigos
- Los hijos invisibles
- Las parejas y sus bolas de nieve
- Tania o el peso de la vida
- De familias y empanadas
- La imaginación según mi hijo de 4 años
- No a la educación rápida
- Psicoterapeutas inteligentes y psicoterapeutas sabios
- Envejecimiento emocional
- La insoportable fragilidad del amor
- Freud y el aborto
- Freud y la homosexualidad
- Trabajo y hogar
- Enamoramiento y amor
- Nadie dijo que era fácil
- Breve diálogo para atesorar
- El niño congelado y el viejo chico
- Bullying escolar y bullying familiar
- Nacida para juntar
- Catalina: sanando el miedo a repetir la historia
- La retroalimentación en psicoterapia
- Vivir cada etapa de la vida
- La crianza en nuestro siglo
- Impotencia sexual masculina
- Madres maternólicas (silogismo)
- Ester o aprender a botar la mierda
- Cambiar la historia: prevenir es mejor que curar
- Tristeza infantil y rabia adolescente
- Mónica corre
- Depresión y angustia
- El ritual familiar de la noticia diaria
- Andrea, la hija estorbo
- A veces un juego es solamente un juego
- Karina o los límites de su psicoterapeuta
- La psicoterapia según Alberto
- Santi: niño y no pequeño genio
- Criar no es tarea fácil
- Aclaración de una madre
- Dibujos desanimados
- Cita de pareja
- Déjà vu
- Prioridades
- Andrés, «obsesivo» jubilado
- Gabriela y la guagua interior
- No saber
- Una persona, una historia
- Tip para parejas
- Camino al colegio, 7:45 am
- Sueño del padre, vida del hijo
- Mauricio y el choque emocional
- Friend zone: la complicidad en psicoterapia
- Terapia vincular
- Alejandra y los gajes del oficio materno
- Dos maneras de ser feliz
- Pareja casi perfecta
- Sentirse mal después de una sesión
- Carta de Macarena
- Victoria, la mujer roca
- Cuando los pacientes no pagan
- Pablo, de padre rival a papá consciente
- Investigación en psicoterapia: una posición humanista y pluralista
- Llevar la terapia en el bolsillo
- Relación de pareja y metacomunicación
- Cómo manejar la hostilidad en psicoterapia
- Pamela no es una «cobarde moral»
- Juan o la deconstrucción del esencialismo emocional
- Érika ya no quiere ser superhéroe
- María Paz y la falta de tacto terapéutico
- «¡¡Pero qué hijo de puta, maricón!!»: la psicoterapeuta, un alma humana
- Cristóbal descubre la compulsión a la repetición
- Magdalena o la imposición de la teoría
- Pía y la psicoterapeuta que no estaba presente
- Mariela, la niña del supermercado
- Tip para padres culposos
- Para poder contener, necesitamos sentirnos contenidos
- Tiempo fuera parental
- La receta de Manuel
- Bárbara no puede portarse mal
- Isidora, su psicóloga y el Whatsapp
- Infancia herida, adultez estancada
- De llantos y risas
- La sesión de psicoterapia más corta del mundo
- Sobrenombres: dime cómo te dicen y te diré cómo te ven
- El valor terapéutico de la rabia
- Fobia social
- El optimismo esperanzador como virtud psicoterapéutica
- La meta de una psicoterapia
- El termómetro
- Volver a los 40 (después de vivir tres décadas)
- Dejar botado
- Sobre una forma recurrente de depresión masculina
- Expresar es mejor que guardar
- Rodolfo y la contienda desigual
- 16 Horas diarias
- Entre Poison y Miguel Bosé
- La sexualidad secreta de Vicente
- Antonella y la autoestima
- Las edades de piedra
- Juana y la cruz
- Dieguito y la nueva pareja de su madre
- Liliana y la transgresión sexual
- Palabras al cierre
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