Decía André Breton que el secreto de la poesía es el de transmutar la realidad sensible elevándola a la incandescencia. Esta obra es un homenaje a la musicalidad del simbolismo con la metáfora como expresión, como hizo la Generación del 27, pero sin eludir la dura realidad. Al contrario, son poemas descarnados, aunque impregnados de lirismo y fuerza poética. Cuerpos difíciles quiere expresar la idea de Jorge Guillén de “poesía es lenguaje”. Entre la luz de la memoria y la sombra de la muerte queda el limo del sueño, del amor. El autor persigue el desengaño entre la melancolía cernudiana y el ansia de amor juanramoniana, pero se impone la realidad existencial del hombre desvalido. Porque, al contrario de lo que escribió Pascal, ni siquiera la muerte es el reposo.