Alejandra Omaña nació en Cúcuta y tiene 24 años. Inició su carrera periodística hace 6 años en revista SoHo con artículos y crónicas acerca del contrabando, el narcotráfico y el sicariato en la frontera. Fue directora de la Fiesta del Libro de Cúcuta durante 3 años al mismo tiempo que dirigía la emisora de la zona de tolerancia de la ciudad. Hace dos años está radicada en Bogotá, luego de amenazas que la hicieron salir de Cúcuta, tras un artículo que publicó, donde hablaba de las costumbres cucuteñas relacionadas con la ilegalidad. Desde su llegada ha trabajado como editora independiente de contenidos y ficción para editorial Alfaguara y para Random House después de la fusión. En enero se estrenó una crónica en la que cuenta su experiencia haciendo su primer video porno, que apoya su discurso de defensa de la libertad sexual femenina. Esta, su primera novela, se desarrolla en la frontera. Este es un libro de relatos e imágenes escritas, de situaciones que no debieron suceder. Son memorias desnudas de un ambiente permeado por la ilegalidad y desigualdad. Cada detalle es cierto. Cada frase está pensada con honestidad, por eso la escritura es tan simple y quizás descarnada, porque los hechos sucedieron así, sin más adornos. Esta obra debe leerse como ficción, de lo contario, serían historias desgraciadas pasadas por alto.