Tumbada sin la parte de arriba del bikini en la cubierta de proa, con una copa en la mano, su piel impecable tostándose al sol, estaba la mujer más famosa del mundo. Y una cubierta más abajo, preparando un aperitivo de tartar de atún, piña y pepino, estaba el hombre que iba a matarla.
Ella es un icono de la familia real británica, amada por su belleza y su labor humanitaria y detestada por su exmarido y su exsuegra, la reina de Inglaterra. Cuando estalla una bomba a bordo del yate donde pasa sus vacaciones, los servicios de inteligencia británicos recurren a un extranjero, el legendario espía y asesino profesional Gabriel Allon, para seguir la pista del autor material del atentado.
El objetivo de Gabriel es Eamon Quinn, experto en fabricación de explosivos y sicario al servicio del mejor postor. Quinn es un hombre esquivo, un habitante de las sombras ("un susurro en una capilla en penumbra, un hilo suelto en el borde de una prenda desechada"), pero por suerte Gabriel no parte solo en su persecución. Cuenta con la ayuda del británico Christopher Keller, un exmilitar de élite convertido en asesino profesional que conoce de primera mano la mortífera eficacia de Quinn.
El espía inglés transita a la velocidad de la luz entre la suntuosa isla de Saint Barthélemy y los barrios bajos de Belfast Oeste, pasando por una casa en los acantilados de Cornualles a la que Gabriel le tiene especial cariño. Y aunque en principio no se dé cuenta, Allon va detrás de un antiguo enemigo: una siniestra camarilla de hombres poderosos a los que nada les gustaría más que eliminarlo de una vez por todas. Gabriel decidirá complacerles: porque, cuando un hombre busca venganza, estar muerto tiene sus ventajas.
Llena de giros trepidantes, El espía inglés mantiene al lector hechizado desde sus primeros pasajes hasta su espectacular conclusión. Es un recordatorio oportuno de que hay en el mundo hombres que no se detienen ante nada para conseguir su objetivo, y demuestra una vez más por qué Daniel Silva es considerado el mejor escritor de novelas de espionaje de su generación.
Daniel Silva, número uno de la lista de bestsellers del New York Times, es el galardonado autor de Juego de espejos, El confesor, El hombre de Viena, Las reglas del juego y La chica inglesa.
"Su tono reflexivo y su capacidad para mantener la intriga desde la primera a la última página convierten sus novelas de espionaje en clásicos de un género que deambula como un zombie desde que John Le Carré, Robert Ludlum y Frederick Forsyth se jubilaron. Silva es lo mejor que le ha pasado al género de intriga internacional desde entonces".
Lluis Fernández La Razón
"La trama, muy ingeniosa, combina elementos del IRA con etarras y especialistas en perpetrar atentados en Oriente Medio.".
Juan Bolea, El Periódico de Aragón
"Llena de giros, la novela mantiene al lector enganchado desde sus primeros pasajes hasta su conclusión. Es un recordatorio oportuno de que hay en el mundo hombres que no se detienen ante nada para conseguir su objetivo, y demuestra una vez más por qué Daniel Silva es considerado uno de los mejores escritores de novelas de espionaje".
Culturamas
"El espía inglés: LA novela de espías de este año".
Juan Carlos Galindo, Elemental, El País
"Silva domina como pocos la construcción de tramas enrevesadas, construye personajes cargados de matices (sus malos suelen ser buenísimos), dialoga con la habilidad de un Ian Fleming, reflexiona sobre las tinieblas del mundo y, sin llegar a las florituras de un Le Carré, trabaja el estilo mucho más que Frederick Forsyth o Tom Clancy, sobre todo en las descripciones de ambientes".
La Nueva España