Esta es una historia del Valle Central de Chile. La historia de la sociedad que allí, entre cordilleras, se organizó y del sistema de poder que surgió, ligado a la posesión de la tierra. Es una larga historia que, a nuestro modo de ver, explica los hechos de mayor importancia que nos ha tocado vivir en la segunda parte del siglo XX y que de una u otra manera nos marcan y nos marcarán por décadas. Es, al mismo tiempo, una larga historia de protestas campesinas, de tensiones al interior de la sociedad rural y de esta con los sectores urbanos que buscaban un país más moderno. Es una historia larga y detallada de la ruralidad de nuestro país.
La hacienda ha sido la institución económica y cultural de permanencia más prolongada en la historia de Chile. Muchos han descrito al país como una gran «casa de campo» en la que se criaban tanto las clases altas como las clases bajas. La adscripción a esa misma casona, el conocimiento de los mismos pasillos y corredores, permitía el consenso mínimo que necesitaba la sociedad para funcionar. La estabilidad del Estado pareciera tener en la estabilidad de las haciendas una fuente evidente de explicación. También la desigualdad. Es por ello que esta historia es también, necesariamente, una historia del poder político, social y cultural. Es un intento de rastrear en los inconscientes de nuestra cultura, en los orígenes que le dan sentido.
Esta historia se escribe desde el presente del país que vive ya en el siglo XXI. Las últimas décadas estuvieron marcadas por las convulsiones políticas y sociales quizá más grandes de su historia. Es el tiempo en que se rompieron los consensos y es también el tiempo de la Reforma Agraria, la abolición de la servidumbre en los campos y la liquidación de las haciendas. El Tomo I trata de la construcción de esta sociedad, y el Tomo II, de su decadencia y ruptura.