Pueblan los evangelios: se les llama “personajes secundarios” y frecuentemente son anónimos. Mateo ignora el nombre de Jairo, y Marcos es el único en conocer a Bartimeo. ¿Por qué no sabemos nada sobre la identidad de la viuda de Naín, de la del Templo o del centurión de Cafarnaún? ¿Será para subrayar el rasgo que les es común a los tres: un encuentro con Jesús? En cada ocasión únicos y fugitivos, ¿qué producen estos encuentros en el cuerpo, en el corazón y en las relaciones familiares y sociales para que Mateo, Marcos y Lucas consideren necesario jalonar con ellos su relato del ministerio de Jesús?
- Contenido
- Presentacion
- Portada
- Prólogo
- Personajes anónimos de los Evangelios
- I – Una viuda en el Templo
- El relato de Marcos 12,37-13,1
- El relato de Lucas 21,1-4
- Primer, último, único encuentro
- II – Encuentros con gente que sufre
- Convergencias
- Marcos: del poseído anónimo a Bartimeo
- Mateo: del leproso a los dos ciegos
- Lucas: de Cafarnaún a Jericó
- Conclusión
- III – Padres al encuentro de Jesús
- Padres e hijos
- Marcos frente a los hijos
- Mateo y los padres que sufren
- Lucas y los hijos únicos
- Conclusión
- A lo largo de los encuentros
- Para saber más
- Lista de recuadros
- Créditos