Simon Peters, treintañero vacilón que vive en Colonia, refunfuña, se enerva, se estresa. Hace dos años que está en el paro, aunque todas las mañanas acude a su «despacho», un locutorio regentado por su amigo sirio Shahin. Allí inicia su peculiar jornada laboral, que consiste en escribir cartas de reclamación a diversas empresas, según él para mejorar el mundo, aunque de paso recibe productos gratis. Simon va al banco a pedir calendarios, queda con sus amigos para cenar y no puede permitirse nada de lo que figura en la carta, boicotea a su nueva vecina pija a la que no soporta, va al médico sin que le pase nada, le toma el pelo a su casero, emprende una campaña en contra del campanario de la iglesia de la ciudad. Simon protesta y reniega. Y cuando menos se lo espera, incluso se enamora. Lo que Simon no sabe es que su talento para la queja hará de él un millonario.
- Portada
- Título de la Página
- Créditos
- Dedicatoria
- Contenido
- Allá vamos
- Rodillera de avena
- El bar más pequeño del mundo
- El síndrome de Tourette
- Chico de calendario
- El Gaucho
- ¡Rohban Westhoff Sochlook!
- La reina de la clase baja
- El príncipe del papel higiénico
- Tía del Hummer, se te ve el plumero
- El Dr. Parisi
- El manco de Sülz
- Rana
- Situación crítica
- Treinta y dos
- El hada
- Lick it like Beckham
- Que no decaiga
- El bar Alcazar
- La peor semana de mi vida
- La clase baja contraataca
- Diez mil
- Flash Gordon
- SalvadaSacha.com
- Punto débil
- El señor Rautenstrauch del Deutsche Bank
- Mr. Moneybooster
- Animales planos
- 3, 2, 1... ¡cero!
- Mi televisión de pago
- Global Player
- Locos de atar
- Guerra postal
- ¡Las águilas vuelan!
- Terroristas del ruido
- Capitán gomina
- Petrificado de terror
- La cámara de Karl
- 3, 2, 1... ¡tuyo!
- Mi nueva vida XXL
- Vilna
- Fines formativos
- Epílogo
- Gracias
- Enlaces