¿A dónde puede llegar una broma, un malentendido? ¿Hasta dónde es posible dilatar una tergiversación? Con esta obra, Fernando del Castillo Durán parodia la novelística de cátaros y templarios, un asunto siempre vivo, añadiendo gotas de penetración que la hacen sorprendente. Novela gótica en parte, en ella convive el desvarío del templario y sus acólitos con la presencia, inesperada pero formidable, de una monja magnífica y extravagante, verdadero punto donde gira el relato y toma cuerpo, un relato que unas veces es dramático y, otras, satírico. ¿Cómo pueden soldarse en un argumento unas reliquias góticas y un automóvil deportivo en manos de sor Adelaïde? Y, ¿qué hace a su lado un profesor de la Universidad Gregoriana? ¿Surgirá entre ambos el afecto, la ternura? Y junto a ellos, una bomba a punto de estallar y un coro ruso que canta a Bortnianski. Magistral conjunción de thriller y relato psicológico, El librero de Cordes se presenta como la culminación de la novela de misterio y el relato afectivo.