Esta obra presenta seis relatos acerca de distintos tipos de victimización que sufrieron personas de las comunidades LGBT en el contexto del conflicto armado que ha desangrado a Colombia durante las últimas siete décadas; se trata de un ejercicio temporalmente acotado (1990-2010) Y territorial mente situado en la región Caribe. Las vulneraciones descritas dan cuenta de acciones perpetradas tanto en el plano legal (fuerza pública, representantes del Ministerio Público, autoridades de gobierno) como en el ilegal (guerrilla, paramilitares). No se trata de un informe de investigación propiamente, pero tampoco de una obra literaria. Es un trabajo que puede ubicarse en una línea intermedia, y por su carácter testimonial, matizado con un lenguaje político/poético, tiene un valor incalculable desde el punto de vista de la reconstrucción de nuestra memoria histórica, pues hace énfasis en las personas que han asumido la tarea y el riesgo de construir su sexualidad y sus maneras de ser y estar en el mundo, tomando distancia de los preceptos de la norma heterocentrada, visión que según el Centro Nacional de Memoria Histórica, ''dicta una división dicotómica del mundo a partir de la cual existirían únicamente hombres y mujeres (eliminando otras configuraciones de la identidad de género), y vinculando el ''ser hombre'' o ''ser mujer'' tanto con la genitalidad como con modelos estrictos de masculinidad y feminidad''.