El salmo 18 es magnífico. Despliega el cántico silencioso de los cielos en honor de Dios, canto cuyo héroe es el sol. Como tal no está presente en la liturgia de la Navidad, pero su simbólica solar, enriquecida con un matiz nupcial, se encuentra en numerosas oraciones y poemas, desde el prólogo del evangelio de san Juan hasta la actualidad, pasando por las grandes homilías del siglo IV: el Cristo luz se hace hombre y es exaltado. Existe todo un juego de interacciones entre la Biblia y la liturgia que es el objeto de este cuaderno realizado como una investigación.
- Portada
- Prólogo
- Portadilla
- Introducción: Biblia y liturgia
- Tres tipos de interacciones
- La aportación de los Salmos a la liturgia
- La fiesta de Navidad como acto de fe
- I – La materialidad del texto bíblico
- El salmo 18 (19) en su conjunto
- La cuestión de la unidad literaria
- Lectura literal del salmo
- II – Un proceso de transferencia cristológica
- La clave del versículo 2
- La resolución del enigma del versículo 5c
- III – La figura del esposo que sale de su cámara
- La riqueza metafórica del versículo 6
- El versículo 6 en la Liturgia de las Horas
- IV – La figura del sol en el cielo
- Un ejemplo de divergencia
- La figura del sol en la institución de la fiesta
- La figura del sol en la oración
- Conclusión: Biblia y liturgia
- Para saber más
- Lista de recuadros
- Créditos