Franco no sólo ganó la guerra, sino que ha envenenado la Historia ganando a todos los paños, exclama con excepcional clarividencia un escritor exiliado nacido de la imaginación de Max Aub. Este estudio se centra en cómo se llevó a cabo aquel envenenamiento, deteniéndose a examinar una de sus estratagemas: impedir que los exiliados entrasen a formar parte de la tradición cultural. El monopolio de la palabra se enfrenta, desde múltiples perspectivas, a la problemática ausencia/presencia de los intelectuales exiliados en la España franquista, estudiando las diversas maneras en que se manipuló su recepción. El resultado no es sólo una explicación de la ausencia generalizada del corpus del exilio en los cánones de la cultura española, sino un planteamiento en profundidad acerca de qué significó crear, pensar y escribir desde el exilio.
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- Índice
- Introducción
- CAPÍTULO I. Mitología del destierro en el primer Franquismo
- CAPÍTULO II. El intelectual exiliado en la primera posguerra
- CAPÍTULO III. El rescate de los viejos liberales
- CAPÍTULO IV. La historiografía literaria de los años 40 y 50 y los escritores exiliados
- CAPÍTULO V. La polémica entre intransigentes y comprensivos
- CAPÍTULO VI. El proyecto comprensivo aplicado al exilio
- CAPÍTULO VII. El exilio republicano en la literatura peninsular de los años 50 y 60
- CAPÍTULO VIII. "Ínsula" del exilio intelectual en el mar del Franquismo
- CAPÍTULO IX. Camilo José Cela, los "Papeles de Son Armadans" y el exilio intelectual
- CAPÍTULO X. La revista "Índice" y el tratamiento de los exiliados
- CAPÍTULO XI. Marra-López, Nora, Alborg y el giro historiográfico hacia la literatura del exilio
- CAPÍTULO XII. De las revueltas estudiantiles de 1956 a los veinticinco años de paz y los últimos años del Régimen
- CAPÍTULO XIII. De retornos. Los casos de Max Aub y Ramón J. Sender
- CAPÍTULO XIV. La censura franquista ante un "boom" menor: el de la narrativa del exilio
- CAPÍTULO XV. Conclusiones