Alfonso Armada ha escrito este libro con dos protagonistas: uno visible, la ciudad de Tánger; el otro invisible, porque es una historia que el poeta quiere olvidar, o está obligado a olvidar, o de algún modo necesita olvidar. Tánger es esa clase de ciudad a la que siempre llega alguien que necesita olvidar una historia. El poeta - y corresponsal y periodista y hombre de mundo- construye un libro que se lee como una larga caminata por Tánger, sin saber muy bien dónde está, si en el principio de algo o en el final de algo, o si está detrás de su dolor o delante de él, o arriba o abajo de su corazón, o dentro o fuera de su cabeza. Pero lo importante es que el poeta siempre consigue llevar al lector con él.