Por medio de una escritura profundamente lírica, Rafael Guillén gira aquí en torno a una afirmación: el tiempo no existe; lo que existe es la historia. Trata, pues, este libro, mediante un juego de espejos –el pasado frente al presente, el futuro frente al pasado, etc.- de posicionarse cerca, por un lado de dicha inexistencia y, por otro, de las insospechadas consecuencias que acarrea tal ficción.
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- Índice
- pórtico
- [Se vive solamente una vez]
- I
- Anclado en mi tristeza de profeta
- Poeta
- Elegía
- Dos canciones granadinas
- Poema para la voz de Marilyn Monroe
- Algo para perder
- Campanas para Federico
- Después del baile
- Granada
- Rezumo
- II
- Signos en el polvo
- Donde sonó una risa
- Ser un instante
- La configuración de lo perdido
- Algo sucede
- El dilema
- Variaciones temporales
- La puerta de las sombras
- Llegar hasta Isla Negra
- Aquel puerto del norte
- Piedras para una catedral de Monet
- Un póster en la ciudad abandonada
- Otoño en llamas
- Vieja fotografía en sepia
- Travesía de los Andes
- Balada para un hombre invisible
- La memoria en cascada
- Cristal romano
- Ejércitos en mi muerte
- No volveré a París
- Ruinas frente a la mar
- Guardo tus manos
- III
- Habrá una danza
- El tiempo desde la terraza de un cafe
- Los remeros del tiempo
- [Hay instantes que giran]
- [Siempre llegamos a destiempo]
- [Te estoy tejiendo una guirnalda]
- [Hay en el tiempo dársenas]
- [Ya hemos visto]
- [Los flecos de la tarde]
- [Cuando te conocí]
- [Hemos llegado al límite]
- Instantánea
- ¿En qué canción?
- Sondas
- Eternidad sucesiva
- [Mañana no será otro día]
- [Deberías saber]
- [Alguna vez lo pienso]
- [¡Esas nubes!]
- [El café de la tarde]
- Bibliografía
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