La poeta Alicia Aza ha ido avanzando en los últimos años con paso firme hasta lograr una voz perfectamente identificable en el panorama literario y que se percibe nítida y rotunda en este nuevo poemario, cargada de matices y de exquisita sensibilidad para retratar, desde la brutal conmoción que producen, los paisajes emocionales de Auschwitz, Tiananmen, Israel o Vietnam, por citar cuatro lugares que son emblema de dolor y de muerte.