Antología preparada por Francisco Hernández que reúne versos a partir de un hálito común: la sombra, sus respectivas luces implícitas y los estados de ánimo que de ella se desprenden. Apreciaciones y metáforas, simbología y referencias en la poesía de González Martínez son afines a cualquiera. El libro conforma la bitácora vital de nuestra sombra y de todas las sombras que nos inundan la vista y la imaginación, la memoria y el deseo. Sombras llamamos a las escenas que se vuelven invisibles al recuerdo, pero también a los dolores que nos aquejan el alma.
- Portada
- El poeta y su sombra
- Ruinas
- Lo que dice el poeta
- Impavidum ferient ruinae
- A Paul Verlaine
- La fuga del centauro
- El rústico indolente
- Indolencia
- En voz baja
- Dioses muertos
- Spleen
- Nox
- Al que vuelve
- Sigue lanzando al surco...
- Tuércele el cuello al cisne...
- Voluntad
- Mañana los poetas
- Ánima trémula
- Los días inútiles
- Estancias
- Bajo el huerto solemne
- El forastero
- Árbol muerto
- Ha de llegar la muerte
- A una estrella ignorada
- Luna materna
- La sombra
- Un alto en el camino
- La ley
- Liliput
- Las ranas
- Danza elefantina
- El reloj
- La emoción del lago
- Las campanas del diablo
- El testigo
- Llamas nocturnas
- Aniversario
- La amenaza
- La evocación nostálgica
- Noli me tangere
- Flirt
- Los silencios
- Sombras
- Verbo
- Hora fracta
- Fuga de paisaje
- El alma en fuga
- Dolor
- Vae soli
- Imágenes
- A mí mismo
- Vocación trágica
- Nocturno
- La búsqueda
- El tercer día