Lectora perspicaz e inquieta de la generación del 32, ha hecho del retrato psíquico y el quiebre erótico una herramienta de conocimiento. Sus cuentos son el destilado más fino de una sensibilidad desconcertante que va siempre más rápido de lo que el lector se imagina.
- Dos cosas (Una tarde de conferencia)
- Cambio de rutina
- Inspiración
- Recuerdo de Manuel
- Aves que anuncian el amanecer
- La tupida copa de un árbol