En 1807, a sus cincuenta y ocho años, Goethe comienza El hombre de cincuenta años, un relato sobre la madurez y las decisiones que se llevan a cabo durante esta. Se trata de un relato introspectivo sobre William Whittlestaff, un soltero quincuagenario que acoge a la hija de un amigo cuando este fallece y de quien se enamora profundamente. Al protagonista le podríamos identificar con el autor, teniendo así una parte biográfica, pues se conoce que, aún sin finalizar esta obra, en 1823, el autor se enamora juvemente de una adolescente, Ulrike. Ante la negativa de esta joven, a diferencia del relato que parece ser una versión paralela recogida de textos contemporáneos, Goethe escribirá ese verano un bellísimo poema: la «Elegía de Marienbad». Derivado de esta historia de amor, se produjo un escándalo que promovió la incomprensión de su familia, así como el testimonio de la propia Ulrike.