Zoey Redbird parece haberse convertido en la perfecta pringada. En una semana ha pasado de tener tres novios a cero, y de estar rodeada de un montón de amigos elegidos que confiaban en ella y la apoyaban a ser una marginada. Y hablando de amigas; de las dos que no la abandonan, una es una no muerta, y la otra no está marcada. Y Neferet le ha declarado la guerra a los humanos, cosa que Zoey sabe en lo más hondo de su corazón que está mal. Pero ¿acaso alguien va a hacerle caso? Al final del curso las aventuras de Zoey en la escuela de vampiros toman un rumbo salvaje y peligroso al poner a prueba las lealtades, sacar a la luz las verdaderas intenciones y despertar un antiguo mal en la fascinante cuarta novela de La Casa de la Noche.