«No nos importa cuál sea nuestro destino si nosotros somos nuestra propia luz».
Izara ha perdido mucho este último año. Su madre, su trabajo, su pareja… El covid-19 le ha quitado lo más importante para ella, por eso sigue a su padre a Carmona, su pueblo, donde los veranos del pasado todavía palpitan en su corazón en forma de recuerdos y espera curar su alma.
Laro regresó a Carmona hace tres años con los sueños rotos tras dejar su matrimonio atrás y empezó una nueva vida llena de ilusiones y más cuando el destino aparece en su camino para traerle una segunda oportunidad que jamás imaginó, y es que el hilo rojo del amor sabe a quién pertenece su corazón.
Quizás en la avenida de la estrella polar ese hilo pueda obrar su magia.