Conceptos antagónicos tales como tradición y cambio, ateísmo y fe, fanatismo y tolerancia entran en conflicto en mitad de una lucha feroz por el ideario de un país.
Raúl es un joven costarricense que no se siente cómodo con los valores tradicionales de su sociedad. No cree en la religión, detesta la hipocresía social y se siente incomprendido cuando habla de los valores de la cultura, del progreso y de la libertad. Esto lo lleva a entrar en conflicto con su familia y con su entorno social.
La historia de Raúl, que llega a su final con un desenlace que no puede dejar indiferente a ningún lector, es un retrato de una sociedad que se cree libre pero ¿lo es en realidad? ¿Qué tan dispuesta está una sociedad conservadora a cambiar, a avanzar para su propio bien? Estas son algunas de las preguntas que afloran en esta novela cuya temática es, al mismo tiempo, nacional y universal.