Él era para la comunidad como aquella sensación extraña y lejana llamada felicidad. Era el suspiro fugaz de un sueño imposible.
Una adolescente de clase alta queda embarazada por un muchacho drogadicto y decide no abortar a su hijo, pero al nacer lo abandona. La muchacha ignora que ella y su hijo están infectados de sida.
El niño es adoptado por una comunidad de parias de la sociedad que viven en un basural lleno de escombros llamado la Fábrica. Allí, el muchacho que se llama a sí mismo como «Biuti Laif», es el alma de la vida de todos los desechados de la sociedad. Si algo cercano a la felicidad han tenido aquellos despreciados, esa es la presencia y vida del muchacho. Pero todos ignoran el terrible secreto que esconde aquel niño y que después poco a poco se va desvelando.