La pistola que le apuntaba al pecho no le dejaba otra alternativa...
C.J. Starr sabía que había hecho lo correcto llevando a Caitlyn a la policía, pero no entendía por qué le había dolido tanto... y por qué ella había tenido que pagar un precio tan alto.
Caitlyn Brown no esperaba volver a ver a C.J. después de todo lo sucedido. Jamás habría imaginado que se sentiría más fuerte con sólo oír su voz, recordar su sonrisa o sentir el suave roce de su mano. No le importaba que la protegiera de un peligro que ella ni siquiera veía ya, pero no podía olvidar que él había prometido cumplir la ley. La misma ley que ella estaba dispuesta a romper siempre que hubiera víctimas inocentes que necesitaran su ayuda.