Los dos tenían muy claro que el suyo sería un matrimonio de conveniencia.
Gianni Delucca tenía un único objetivo en la vida, conseguir que su empresa triunfara en todo el mundo. Y estaba dispuesto a conseguirlo, aunque para ello tuviera que casarse con la heredera de Alimentos O’Connor.
Keelin O’Connor, por su parte, quería que se la tomara en cuenta en la empresa de su padre, pero no estaba dispuesta a que la convirtieran en moneda de cambio.
Gianni quería seducirla y convertirla en una dócil y obediente esposa, pero ella iba a usar todas sus armas para evitarlo.
Gianni no tardó en sentirse intrigado por la desafiante Keelin y decidió que iba a hacer todo lo posible para lograr salirse con la suya.