Allí estaba él, cuidando niños con la mujer a la que tanto había amado...
Las maniobras militares secretas eran una rutina para Sam Pearce, pero los niños eran otra cosa... especialmente cuando se trataba de dos niñas gemelas. Por eso no podía rechazar la ayuda de nadie, aunque fuera la de una mujer que había prometido amarlo y después había desaparecido sin explicación alguna. Y ahora que volvía a tener a Michelle Guillaire en sus brazos, no iba a dejarla escapar hasta que le aclarara algunas cosas...