¿Podría aquel romance navideño convertirse en algo duradero para Cenicienta?
Con sólo oír la campanada de medianoche, CJ Terrence recordó que a pesar del vestido de alta costura, seguía siendo la vulgar estudiante deseosa de creer en cuentos de hadas. Años atrás, el empresario de cuyo negocio dependía la carrera de CJ se había hecho amigo suyo y después la había traicionado. Pero ahora acudía en busca de su perdón... y de sus besos.
CJ deseaba sus besos y sus caricias... como siempre lo había hecho. Y algo le decía que una extraña hada madrina le había dado una segunda oportunidad...