Holly O’Mara había creado un fuerte vínculo con los pequeños gemelos de su recién fallecida prima. Cuando su padre, Gray Kidman, acudió para llevárselos a su rancho en el interior de Australia, era evidente que estaba desbordado.
Holly se enamoró rápidamente del misterioso Gray. Ver cómo alegraba la vida a sus hijos la animó e incluso empezó a curar sus heridas emocionales. Holly sabía que no le resultaba indiferente a Gray, pero había algo que lo impulsaba a alejarla de él...