Cuando un poema recién descubierto de Emily Dickinson apareció en una subasta de Sotheby’s en 1997, un escalofrío recorrió el mundo del coleccionismo literario. Cuatro meses después, sin embargo, el poema fue devuelto como falso. La poeta: Emily Dickinson. Una mujer solitaria, casi una ermitaña, que garabateaba poemas en lo primero que tenía a mano. No vio publicado ninguno en vida, pero escribió más de mil setecientos. El asesino: Mark Hofmann. Un manipulador nato, un maestro de la psicología humana. Comerciante de documentos raros, creó una serie de falsificaciones con las que socavó los principios de la Iglesia mormona. Hasta que decidió «especializarse» en la obra de Dickinson. Y de ser uno de los más grandes falsificadores del siglo XX pasó a convertirse en un despiadado asesino.
- La poeta y el asesino
- Introducción
- Prólogo. La poeta y el asesino
- 1. Emily Dickinson a la venta
- 2. Un enigma en una caja cerrada
- 3. En busca de la verdad
- 4. Subasta artificio
- 5. En la tierra de Urim y Tumim
- 6. El falsificador y su sello
- 7. El hombre mágico
- 8. El arte de la falsificación
- 9. La «Carta Salamandra»
- 10. Isocronismo
- 11. El mito de Amherst
- 12. «El Juramento del Ciudadano»
- 13. Un asunto sucio, desagradable y obsceno
- 14. El radio de la muerte
- 15. Tinta agrietada
- 16. Víctimas
- 17. Una araña en un océano de aire
- Epílogo. El camino a casa
- Agradecimientos
- Sobre este libro
- Sobre Simon Worrall
- Créditos
- Índice