Escrito en 1941, Henry Miller nos describe en El coloso de Marusi su viaje a la isla de Corfú; para ver a su amigo Lawrence Durrell; a medio camino, como toda su literatura, entre la autobiografía y el surrealismo, las imágenes oníricas y el más crudo realismo, este libro narra su vivencia del año que pasará en Grecia y las islas del Egeo, de las amistades que hará y de la revelación de su propia vida. Bellísima y extraordinaria obra de viajes, es un descubrimiento interior y exterior, un reto para la civilización agónica de Occidente y un canto, al mejor estilo whitmaniano, a la dignidad de la tierra, a la ascensión espiritual y a la excepcional amistad de hombre como Durrell, Seferis o el incomparable Katsimbalis. Estamos, sin duda, ante un libro extraordinario, ante literatura con mayúsculas.