La ignorancia es el único Dios.
Existen doce objetos conocidos como «las Herencias de Dios».
Traspasados de generación en generación, han otorgado a sus Herederos poderes inimaginables, dictaminando el curso de la historia, e incluso, alterándola.
Pero ahora se encuentran frente a un desafío mayor.
William, el Heredero del Reloj, observa su muerte en un futuro incierto y cercano. Un decimotercer Heredero, con una pequeña talla similar a la del rey negro de ajedrez, le da muerte y parece haber dado caza a todos y cada uno de los Herederos. Deberá encontrar a todos ellos para averiguar quién es este desconocido y ponerle remedio al sinsentido de su muerte y a esta partida de ajedrez en la que el mundo es el tablero, y todos somos fichas.
Pero este no será su único desafío, y sus compañeros quizá tengan otros planes...
¿Cómo altera la mente de un hombre la capacidad de administrar la muerte de forma instantánea?
¿Qué valor le da a la vida alguien capaz de crearla desde el polvo?
¿Y si un demente tuviera la capacidad de controlar los actos de todos los que están a su alrededor?
¿Y si cualquier persona pudiera ser el enemigo?