La escritura puede esconder o desvelar obsesiones, deseos fulgurantes, voces silenciadas, control y desenfreno.
Los años tempranos convocados en tránsito lento. Historias que pudieron ser... Otras, tal vez, imaginadas. Algunas, enmudecidas. A pesar de ello, esa contención vivida resguarda el deseo, permanece latente y las hermana a todas en llamaradas de letanías y celebración.