Nadie te puede robar tus sueños.
En La audacia de vivir, Gabriel Masfurroll combina la autobiografía con enseñanzas de la vida para poder compartir con las nuevas generaciones.
«Vivir la vida con intensidad, no dejando de aprender jamás, tener ambición con ética, saber aceptar tus errores, ser capaz de pedir perdón, ser tolerante sin perder jamás la dignidad y superarte en las dificultades sin dejar de soñar jamás. Nadie te puede robar tus sueños. Vive la etapa final de tu vida con la misma audacia o más que la que viviste en tus inicios: ahora eres más sabio.»
- El porqué de este libro
- PrólogoLa generación «More»
- Capítulo 1La vida
- Capítulo 2Érase una vez…
- Capítulo 3Mi entorno
- Capítulo 4Errores, equivocaciones, fracasos, tropiezos. No es lo mismo
- Capítulo 5Infancia, cuando no ves el horizonte
- Capítulo 6Adolescencia, descubriendo el mundo real
- Capítulo 7Rumbo a lo desconocido
- Capítulo 8Kick off a la aventura de la vida.Aparece la audacia
- Capítulo 9Trabajo o profesión no es lo mismo
- Capítulo 10Familia, opción de vida
- Capítulo 10Carta a Álex
- Capítulo 11Sobrevivir y/o luchar por tus sueños
- Capítulo 12¿Todo vale para elegir tu destino?
- Capítulo 13Ya he hecho los deberes
- Capítulo 14Ya has llegado a tu cima. ¿Y ahora cómo bajas?
- Capítulo 15¿Cómo reposicionarte en la sociedad y seguir estando bien contigo mismo?
- Capítulo 16¿De qué me arrepiento y qué volvería a hacer?
- Capítulo 17¿Dónde debemos ubicarnos los mayores en este mundo que avanza vertiginosamente?
- Capítulo 18¿Cuál es ahora mi sueño?
- Capítulo 19Humildes consejos
- Capítulo 20¿Qué hacer cuando vislumbras el precipicio del fin en el horizonte?
- Capítulo 21Algunas de las personas relevantes que he conocido y anécdotas. Sin más
- Capítulo 22Ser abuelo es volver a vivir. Cada nieto o nieta te da elixir de vida
- Capítulo 23La retirada, que no el retiro. Aprender a ocupar tus nuevas posiciones
- Capítulo 24Sesenta y cinco años: ¿cruzas la línea roja?
- Capítulo 25Entramos en la sexalescencia
- Capítulo 26Lecciones aprendidas y que deseo compartir
- Capítulo 27Legado, si así se puede llamar. Amigos para siempre
- EpílogoCarta a mis nietos: Gaby, Clara y Mía
- Álbum de fotos
- Agradecimientos