Cuando un mundo convulsionado y en cambio, que amenaza con intensificar la conflagración a gran escala, es relatado y reducido a la sempiterna lucha entre el bien y el mal, democracia contra autocracia, eso sólo puede significar una cosa: nos han hurtado el derecho a debatir, a discernir entre lo posible y lo inventado, entre hechos probados y propaganda. Como en otros tiempos, estigmatizadas, arrinconadas y censuradas las perspectivas pacifistas en nombre de conceptos como derechos humanos o libertad siempre utilizados según el caso y alineados con los intereses occidentales, se pretende imponer una única opción: la guerra. Una guerra, la de Ucrania, sembrada con mimo por quienes han encontrado motivos para que, pese al coste en vidas humanas y sufrimientos, diera inicio y aún hoy continúe.¿Qué sabemos realmente del conflicto desde que se iniciara en 2014? Esta es la pregunta a la que responde el exteniente del Ejército español, Luis Gonzalo Segura, para exponer las pocas evidencias con las que a día de hoy contamos y rescatarlas del ostracismo impuesto por el indiscriminado bombardeo de medias verdades, mentiras, exageraciones, predicciones aventuradas y desinformación vertida desde distintas posiciones del tablero de ajedrez geopolítico.
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- LA TRAMPA UCRANIANA
- Presentacion, por Pascual Serrano
- INTRODUCCIÓN. El punto de partida: el supremacismo occidental
- PRIMERA PARTE. EL ENGAÑO MASIVO
- I. El hackeo masivo de mentes, cuando nos convirtieron en munición
- II. Agárrame el cubata, voy a opinar sobre la guerra
- III. «Adolf Putin», la gran campaña publicitaria de la indistria militar occidental
- SEGUNDA PARTE. LA TRAMPA DE TUCÍDIDES
- IV. La trampa ucraniana
- V. Las razones de Rusia para invadir Ucrania
- VI. Las razones occidentales para desear una guerra
- CONCLUSIÓN. El día después y el nuevo orden mundial
- AKAL / A Fondo