La Odisea de un juez durante tres días de su vida, en los cuales su afiebrada imaginación lo traslada por los espacios de un pueblo real o inventado. En esa travesía, atormentada y borrascosa, se entrecruza con personajes invasivos, que subyugan sus anhelos de justicia, de humanidad, de trascendencia. Esta odisea es narrada en un estilo nervioso, incisivo y ceñido, con un lenguaje que da cuenta del estado del personaje, sin perderse en sus delirios.