Ha sido calificado como “bandolero” y “vengador”, pero la historiografía poco y nada sabe de él. Sin embargo, aquí está el Barragán mítico que, movido por su odio hacia los colonos blancos, lleva una vida de fugitivo; por su pasión y humanidad nos hace recordar a ese Julián Soriel, cuyas ansias de venganza lo arrastran por innumerables aventuras.
Barragán también es del siglo XIX, su venganza no es de tipo social o de clases: él es de Tierra del Fuego y su odio proviene de la usurpación y abolición, tanto territorial como cultural de los extranjeros.