En las últimas décadas ha habido una renovación del interés de la sociología por el individuo. Un número creciente de estudios hacen referencia a él y algunos celebran lo que no dudan en denominar un progreso teórico. Otros recriminan el peligro que ello representa para el análisis social. ¿Cómo debemos comprender este debate? ¿Qué hay verdaderamente de nuevo en él?