La rebelión del general Rafael del Riego, el 1 de enero de 1820, contra el régimen absolutista y represor de Fernando VII, le convirtió en uno de los personajes más relevantes de la historia de España en el primer tercio del siglo XIX. Miembro del ejército expedicionario del sur, destinado a reprimir en la América española las luchas insurgentes, se destacó en la vida pública del país, dominado en esa etapa histórica por los ecos de las revoluciones atlánticas, primero por la que da pie al nacimiento de Estados Unidos, y después por la francesa. En ambos casos se trata del rompimiento del Viejo Régimen y el nacimiento de una nueva época, tanto en Europa como en América. Rafael del Riego forma parte de esa generación de españoles inmersa en una época de auge revolucionario. España responde a ese reto con una actitud defensiva, intenta ponerle puertas al campo. Carlos IV y su hijo Fernando VII, en una rocambolesca historia, le entregan en bandeja a Napoleón la corona española, lo que propicia, más adelante, la lucha insurgente y la Independencia de España, con el inestimable apoyo inglés, interesado en detener el expansionismo del emperador francés. España se convierte en campo de batalla y en uno de los escenarios del ajedrez político-militar de las grandes potencias. Rafael del Riego y sus compañeros concluyen con éxito una de tantas acciones antiabsolutistas, siguiendo la estela de los frustrados pronunciamientos de Espoz y Mina, Díaz Porlier, Ramón Richart y Luis Lacy. Su victoria en 1820 propicia el Trienio Liberal y la España constitucionalista de Fernando VII. Dentro de la contrarrevolución europea que propicia la Restauración, la nueva invasión francesa de los Cien Mil Hijos de San Luis, acaba con el experimento liberal en España que había restablecido la Constitución de 1812, y signigica el sacrificio de Rafael del Riego, ahorcado en la plaza de la Cebada de Madrid, la llegada de la “década ominosa”, el inicio de uno de los primeros y más importantes exilios de la España del siglo XIX y aboca hacia la posterior Guerra Carlista.
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- Contenido
- Introducción
- Cría cuervos
- Un siglo de revoluciones
- De Europa al Nuevo Mundo
- El reformismo borbónico
- La Ilustración
- Las revoluciones atlánticas
- El nacimiento de Estados Unidos
- España en la guerra norteamericana
- Jaque mate al rey
- El poderoso influjo norteamericano
- El fracaso de las reformas: los Estados Generales
- La Revolución Francesa
- La nueva sociedad
- Flujos y reflujos
- La patria en peligro
- Proceso y muerte del rey
- Hacia la crisis del sistema
- Reformismo y transición
- Racionalizar feudalismo con crecimiento burgués
- Constituir la nación
- El Viejo Régimen español
- El mercado y los burgueses
- La política exterior
- La paz más ventajosa del siglo XVIII para España
- Los Pactos de Familia
- A la guerra por el interés colonial americano
- Pinceladas de una sociedad en vías de extinción
- El ejército harapiento que heredan los Borbones
- Un fisco agresivo
- Entre nobles e hidalgos
- El clero y el estado llano
- El nuevo destino de los españoles
- Carlos IV sucede a Carlos III
- Los escenarios cortesanos
- El arte y la ciencia
- El desprestigio
- Carlos IV, el sucesor
- Cara y cruz
- Atrapados por la revolución
- Desaparecen las elites
- “Pocas leyes, dejar hacer y observar”
- El barco a la deriva
- Las repercusiones en España
- “¡Pero qué tonto eres, Carlos!”
- Las Cortes de 1789 y la guerra ideológica contra Francia
- Cae Floridablanca y sube el conde de Aranda
- Manuel Godoy, el favorito de la reina
- Guerra y paz
- La Paz de Basilea
- En la órbita francesa
- Triunfo agridulce de Horatio Nelson
- El entramado de toma y daca
- Los representantes de la España más ilustrada
- Francisco de Goya y Lucientes
- Tratado de subsidios
- España, estado tributario de Francia
- El segundo Tratado de San Ildefonso
- La derrota franco-española de Trafalgar
- Tratado de Fontainebleau
- Caín
- Discordias
- Bajo el influjo napoleónico
- El complot cortesano de El Escorial
- El anónimo y el “error” del rey
- El motín de Aranjuez
- El fin de un rey y su primer ministro
- “Manuel, yo te perdono”
- La tierra y el agua
- La Edad Contemporánea
- La guerra de la Independencia (1808-1814)
- Guerra de liberación nacional
- El 2 de mayo
- José Bonarte, rey de España
- La Constitución de Bayona
- El poder popular
- Las Juntas Supremas “revolucionarias”
- Bailén, más que un triunfo
- Rafael del Riego
- La España húmeda
- Prisionero de los franceses
- Los “depósitos” de concentración
- Regreso a casa
- Los desastres de la guerra
- La muerte próxima
- Disuelven la Guardia de Corps
- Un pueblo como ningún otro
- La sociedad
- Entre Cádiz y Madrid, según Alcalá Galiano
- Otra visión
- Se incendia España
- El intruso
- Inglaterra, aliada
- El estratega duque de Wellington
- La defensa de Portugal
- Organizaciones populares: la guerrilla
- El golpe definitivo
- La Constitución de Cádiz de 1812
- Se radicaliza la revolución (liberal)
- Entre bambalinas
- El agobio
- Se perdió todo
- El gobierno de José I
- Se despeja el terreno
- El estado bonapartista
- Los afrancesados
- Los cuatro decretos de Napoleón
- José amenaza con abdicar
- Adiós definitivo
- La América española. Demasiado tarde
- El apoyo a Fernando VII
- Nueva España: el golpe de Estado de 1808
- Primera fase insurgente (1810-1814)
- Las Juntas americanas
- Venezuela cambia el rumbo
- Las fuerzas armadas españolas
- La épica
- Prendas de cambio
- Las conspiraciones
- El absolutismo (1814-1820)
- Avatares de la vida
- El nuevo marco europeo
- Prisionero en Valençay
- El Deseado, en casa
- “Besa”
- No existe el pasado
- El terror
- Vuelta atrás bajo un régimen inviable
- Colapso económico
- La violencia genera violencia
- Clandestinos y dentro de logias masónicas
- El papel de las nuevas generaciones
- De las palabras a los hechos
- Intento de regicidio
- El ángel exterminador
- Segunda fase insurgente (1814-1824)
- Guerra a muerte
- Club de malvados
- Demasiado territorio, poca gente
- Contra el orden natural de las batallas
- La Junta Militar de Indias
- La independencia en la prensa
- La rebelión del éjercito
- Doble crisis: peninsular y americana
- Los personajes
- Yo el primero: el espejismo
- El derecho a intervenir de las potencias
- Sueños de un imperio ilustrado
- La columna volante y el "himno de riego"
- Vuestra ventura depende de vosotros mismos
- Las dos Españas
- Líos en un bando
- Disolución del Ejército del Sur
- Entre ceja y ceja
- ¡A ellos!
- La cruda realidad
- La invasión militar extranjera
- El ejército de la fe
- Tribunal de soberanos
- La receta para el “virus revolucionario”
- El operativo
- La resistencia de Fernando VII
- “Pues qué, ¿ya no estoy loco?”
- El último aliento
- Capitula Cádiz
- De nuevo por tierras del sur
- La versión de un fiel amigo y compañero
- El encuentro con el general Ballesteros
- La captura
- El interrogatorio
- El proceso
- Su defensa
- La plaza de la Cebada
- La muerte
- Dos españas
- Cruel restauración
- Fuerzas de ocupación
- Represión y exilio
- Reajustes
- La última batalla: Ayacucho
- Sinuoso camino
- La crisis portuguesa
- La guerra civil
- Acción y reacción
- El carlismo
- Reivindicación oficial de Rafael del Riego
- La muerte del rey Fernando VII
- Liberales y carlistas
- Bibliografía y fuentes
- Otros títulos de la colección