Desde la creación en 1755 del Real Jardín Botánico de Madrid, e impulsados por la Corona española, aparecieron instituciones cuyo principal objetivo fue la recolección, clasificación y estudio de la riqueza natural de las colonias. Entre ellas, merece mención especial el Jardín Botánico de La Habana, cuya formación estuvo ligada a la aparición de un poderoso grupo azucarero criollo a finales del siglo XVIII. Cuba fue punto de encuentro de expediciones científicas y congregó en su suelo a numerosos naturalistas, fomentando el conocimiento de su riqueza natural y cultural, rasgos ilustrados fundamentales para el florecimiento socioeconómico de la isla que avivaron el sentimiento de independencia.
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- Sumario
- Dedicatoria
- Prólogo
- Agradecimientos
- Capítulo I: La Ciencia de los Señores del Azúcar
- Capítulo II: Las expediciones científicas españolas a Cuba
- Capítulo III: El jardín del Campo de Marte
- Capítulo IV: Ramón de la Sagra, director del Jardín Botánico de la Habana
- Capítulo V: Un naturalista hispano-francés en la dirección del Jardín Botánico de la Habana: Pedro Alejandro Auber (1786-1843)
- Bibliografía
- Índice onomástico
- Índice general