Ocho cuentos que son un mordaz retrato de las fronteras, desde las geográficas hasta las individuales: rupturas, planes fallidos, excesos, fiestas que terminan en torturas, así como un carácter de profunda ambivalencia en las mujeres que los protagonizan. Estas historias esbozan, a través de un humor corrosivo y punzante, un paisaje tan norteño como humano en el que ineludiblemente nos veremos reflejados a pesar de la lejanía con nuestra propia latitud.