En su café bohemio y lleno de humo, los universitarios de la conservadora Coimbra del último tercio del siglo XIX se dedican a soñar con un mundo nuevo, un mundo que estaría regido por la belleza y la aristocracia de la inteligencia. El joven huérfano Arthur Corvelo, que vive modestamente con sus ancianas tías y se gana la vida como ayudante de botica, se suma cuando puede a estas tertulias, pues siente muy fuertemente la llamada de la vocación literaria romántica y del ideal estético-revolucionario