Esta obra es un alegato contra la guerra a través de las conversaciones entre un hombre y una mujer, que siempre desembocan en un claro desencuentro. En estas conversaciones encontramos la idea de Heráclito quien afirmaba que la guerra era el motor de la humanidad en tanto que resuelve los elementos contrarios y así se avanza. Tal idea se discute a través de cuatro escenas. En ellas, el hombre y la mujer estarán acompañados por un personaje sombra. Así es como, a lo largo de la obra, vemos la radical soledad del hombre, hasta llegar a un sentimiento final, abierto y esperanzado.