Cuando Teresa de la Parra (Ana Teresa Parra Sanojo, París 1889- Madrid 1936) publicó esta primera y gran novela, Ifigenia, estaba muy lejos de sospechar que esa obra la iba a convertir en la escritora más importante que ha dado al mundo Venezuela, y en una de las autoras más relevantes del pasado siglo en lengua castellana.
Ifigenia fue un título puesto in extremis, justo antes de que la novela se publicara. Inicialmente Teresa de la Parra la había titulado Diario de una señorita que escribió porque se fastidiaba. Y ese fastidio, ese aburrimiento era el de una joven educada en París que de regreso a su tierra natal, Venezuela, topa con una sociedad que no le permitía expresar sus ideas ni elegir su destino.